Está claro que estamos rodeados de bichitos y pequeños animalillos que normalmente no vemos.
Pero en este caso, ésta pequeña lagartija parecía que me estaba diciendo... ¡¡¡Eh, que estoy aquí, ven a saludarme!!!. O sea, que no me tenía ningún miedo
Y según le estaba haciendo la foto, hasta me pareció que me guiñaba un ojo...
Curiosa, curiosa...
ResponderEliminarHola Sonia!
ResponderEliminaruna belleza la invitada sorpresa del jardín!
Saludos,
Cecilia